Ley del Universo
Se dice en espiritualidad que
“Nada proviene de fuera de nosotros”,
Pues, en Medicina es ídem.
Por lo tanto,
las causas de las enfermedades o trastornos del equilibrio en la salud
deben buscarse dentro del cuerpo y sobre todo en la mente, pues el cuerpo es
meramente un monitor de la mente llámese: pensamientos, ideas, preocupaciones y un gran etc. (léase “
La enfermedad como camino”
LA ENFERMEDAD COMO
CAMINO: UN METODO PARA EL DESCUBRIMIENTO PROFUNDO DE LAS ENFERMEDADES
Sobre este tema no hablaré en este momento solo dejaré
estipulado que un intestino atascado, es una mente atascada y quisiera dar
algunas indicaciones sencillas para desatascar en resumidas cuentas, la mente.
Se podría decir que un intestino atascado es una
negación a fluir y un miedo ante cualquier peligro imaginario.
Bien.
Contamos con cosas sencillas asequibles y totalmente
inocuas.
1.- El aceite de ricino
2.- Melaza de caña no miel de caña la melaza es un
poco más amarga no tan dulce
Recomiendo que cada mañana en ayunas, se coloque una cucharada sopera grande de melaza y
se mantenga en la boca mientras se toma
junto con ella una cucharadita (de las de té) de aceite de ricino y se trague
todo junto, así no se siente el sabor no
agradable de este maravilloso producto que es el aceite de ricino.
Pasados unos diez minutos beber algo caliente: te,
infusión, caldo, etc. a fin de ayudar a pasar el aceite por el tracto
digestivo.
Y ESO ES TODO
Pasados unos veinte minutos comer normalmente.
Repetir este procedimiento diariamente durante unos
tres o más meses, esto irá removiendo del intestino todo lo pegado por años.
Llegará un momento pasado un mes o un poco más en que
se sentirán “retorcijones” o aquello que conocemos como cólicos, son
movimientos peristálticos del intestino que están indicando que se quiere tirar
algo en bloque y este es el momento en que tenemos que ayudar al cuerpo con las
“lavativas o enemas”.
Los enemas son nada más meter agua por el ano sin
tratar de retenerla, solamente dejando entrar lo que uno pueda aceptar y estar cerquita
del váter para expulsar el contenido del intestino y seguir haciéndolo así
varias veces en una hora o más, para ir ayudando a limpiar mediante el flujo de
agua.
El agua puede ser simplemente agua tibia tomada
directamente de la canilla y usando como última agua, un preparado tibio de dos
cucharadas de semillas de lino hervidas en 2
litros de agua , para que el agua que se quede allí, que se queda
siempre algo, sea suave y con una condición gelatinosa que ayude al tejido delicado que ha estado con heces fecales retenidas.
Posterior a los enemas es conveniente beber también
agua de semillas de lino y tés, caldos,
zumos y tomar más melaza para devolver las sales minerales que formarán
la nueva flora bacteriana del intestino.
El alivio en cualquier desequilibrio corporal y mental
es inmediato.
Este mismo procedimiento de limpieza impedirá que el
paciente siga agrediéndose con comidas no naturales, le provocará comer cosas
frescas verduras, frutas, legumbres y todo tipo de semillas, en fin todo
natural, proveniente de la tierra y lo
más crudo posible, sentirá que ya no puede comer las mismas cosas recocidas y condimentadas con
las que se auto-agredía.
Realmente como dicen también los maestros de la
espiritualidad no hay necesidad de ir a reconocer o buscar psicológicamente
cuál es el problema de fondo, simplemente ir hacia adelante estando en el
presente y ya está.
Es cosa de probar ¿cierto?
En mi experiencia no he conocido fracasos en este tipo
de limpieza.
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